Tsunami es una palabra japonesa (tsu (津): ‘puerto’ o ‘bahía’, y nami (波): ‘ola’; literalmente significa ‘ola de puerto’) que se refiere a maremoto (del latín mare ‘mar’ y motus
‘movimiento’). El uso de este vocablo en los medios de comunicación se
generalizó cuando los corresponsales de habla inglesa emitían sus
informes, precisamente acerca del maremoto que se produjo frente a las
costas de Asia el 25 de diciembre de 2004 en el océano Índico. La razón
es que en inglés no existe una palabra para referirse a este fenómeno,
por lo cual los anglohablantes adoptaron tsunami como parte de su
lenguaje pero, como se verá en las citas históricas que aparecen más
adelante sobre maremotos, la denominación correcta en castellano no es tsunami.
Maremoto es un evento complejo que involucra un grupo de olas
de gran energía y de tamaño variable que se producen cuando algún
fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre más correcto y preciso de «maremotos tectónicos».
La energía de un maremoto depende de su altura (amplitud de la onda) y de su velocidad.
La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de
la cantidad de picos que lleve el tren de ondas (en el maremoto del océano Índico de 2004 hubo 7 picos enormes,gigantes y muy anchos). Es frecuente que un tsunami
que viaja grandes distancias, disminuya la altura de sus olas, pero
mantenga su velocidad, siendo una masa de agua de poca altura que arrasa
con todo a su paso hacia el interior.