Propagación
El movimiento sísmico se propaga mediante ondas elásticas (similares a las del sonido) a partir del hipocentro. Las ondas sísmicas son de tres tipos principales:
- Ondas longitudinales, primarias o P. Ondas de cuerpo que se
propagan a velocidades de 8 a 13 km/s en el mismo sentido que la
vibración de las partículas. Circulan por el interior de la Tierra,
donde atraviesan líquidos y sólidos. Son las primeras que registran los
aparatos de medición o sismógrafos. De ahí su nombre «P».[cita requerida].
- Ondas transversales, secundarias o S. Son ondas de cuerpo más
lentas que las anteriores (entre 4 y 8 km/s). Se propagan
perpendicularmente en el sentido de vibración de las partículas.
Atraviesan únicamente sólidos. En los sismógrafos se registran en
segundo lugar.
- Ondas superficiales. Son las más lentas: 3,5 km/s. Resultan
de interacción de las ondas P y S a lo largo de la superficie terrestre.
Son las que causan más daños. Se propagan a partir del epicentro. Son
similares a las ondas (olas) que se forman sobre la superficie del mar. En los sismógrafos se registran en último lugar.
Terremotos inducidos
Actualmente se tiene certeza de que si como consecuencia de eliminación de desechos en solución, o en suspensión, éstos se inyectan en el subsuelo, o por extracción de hidrocarburos, en las regiones ya sometidas a fuertes tensiones se provoca un brusco aumento de la presión intersticial, una intensificación de la actividad sísmica.
Pronto se deberían controlar mejor estos sismos
inducidos y, en consecuencia, preverlos. Tal vez, pequeños sismos
inducidos podrían evitar el desencadenamiento de un terremoto de mayor
magnitud.
Escalas de magnitudes
Entre 1963 y 1998 ocurrieron 358 214 terremotos de mayor o menor intensidad.
- Escala sismológica de Richter, también conocida como escala de magnitud local (ML), es una escala logarítmica arbitraria en la que se asigna un número para cuantificar el efecto de un terremoto.
|